En Tandil se llevó a cabo una nueva edición de Campo Líder Trigo, una jornada técnica organizada por Nidera Semillas donde productores y asesores analizaron estrategias agronómicas y recorrieron ensayos destinados a evaluar comportamiento varietal, fertilización y manejo sanitario.
Más de 70 asistentes participaron del encuentro, que incluyó la observación de materiales de distintos ciclos y la presentación de líneas experimentales próximas a ser lanzadas.
Los ensayos se desarrollaron en un lote con antecesor papa, donde se compararon variedades de ciclos largos, intermedios y cortos. Entre ellas se incluyeron Baguette 820, 610 Baguette, Baguette 620, Baguette 525 y 460 Baguette, junto con dos materiales experimentales. Según comentó Santiago Garrote, extensionista de la compañía en el sur bonaerense, la propuesta apunta a mostrar el desempeño del portafolio bajo dos fechas de siembra diferenciadas, lo que permite evaluar plasticidad, estabilidad y respuesta a diversas condiciones. Durante la recorrida también se analizaron experiencias de fertilización, donde la aplicación dividida de nitrógeno volvió a mostrar respuestas positivas. Garrote remarcó la importancia de integrar fecha de siembra, nutrición y manejo sanitario para expresar el potencial de rendimiento.
Por su parte, Otto Goedelmann, gerente de Autógamas de Nidera Semillas, señaló que algunas variedades intermedias continúan mostrando buenos niveles de sanidad y rendimiento en la región. También adelantó la posible incorporación de dos nuevos materiales —uno de ciclo intermedio y otro de ciclo corto— actualmente en evaluación en el sur y en la zona central del país.
Condicionantes de rendimiento y manejo sanitario
El asesor Diego Álvarez expuso las variables que influyeron en la expresión del rendimiento en la campaña 2024/25. Entre los factores más relevantes mencionó los excesos hídricos de agosto, que generaron pérdidas de nitratos y afectaron el número de granos por metro cuadrado en lotes sin refertilización oportuna. También destacó el rol del coeficiente fototermal (Q) en ambientes como Tandil, donde la combinación de temperaturas frescas y buena radiación favorece el peso de mil granos.
Álvarez enfatizó la necesidad de un monitoreo permanente para ajustar estrategias sanitarias, identificar adversidades y relacionar el estado fenológico —medido por escalas como Zadoks— con la presión de inóculo y las condiciones ambientales. Señaló que la elección de fungicidas debe considerar el potencial de rendimiento y la severidad observada en cada lote.
Perspectiva económica y recomendaciones de manejo
La jornada incluyó también un análisis económico a cargo del asesor CREA Diego Aguilera. Según detalló, cultivos como cebada y girasol alto oleico mostraron buenos márgenes en el ciclo, mientras que el trigo podría ver comprometida su rentabilidad por la baja de precios en un escenario de elevada producción nacional.
Aguilera recomendó adelantar la cosecha de cebada para reducir pérdidas por quebrado y, en el caso del trigo, evaluar la posibilidad de retener parte de la producción para venderla desde marzo en adelante, siempre que la situación financiera lo permita. En materia de manejo, sugirió respetar los niveles de fertilización recomendados: alrededor de 90 kg de N para girasol y entre 170 y 180 kg de N para maíz —incluyendo aplicaciones de azufre y zinc—. Para soja, destacó el uso de variedades Enlist para el control de malezas difíciles y la importancia de reforzar fertilización e inoculación, donde cada campaña se observan respuestas crecientes.