Esta campaña comenzaron a registrarse daños inesperados de Spodoptera frugiperda en híbridos de maíz que expresan proteína Vip3A, una de las biotecnológicas más recientes y eficaces disponibles para el control de esta plaga. Informe de Aapresid.
El gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) vuelve a encender alertas en esta campaña maicera. Los primeros reportes de daños en híbridos con proteína Vip3A surgieron en Corrientes, sobre todo en siembras tempranas, y luego se sumaron observaciones en el norte de Santa Fe y en Córdoba.
Las larvas generaron daño visible en hojas y cogollos, y en todos los casos se realizaron las pruebas específicas para confirmar la correcta expresión del evento, descartando fallas en la construcción o en la expresión del evento biotecnológico. El hallazgo plantea una señal temprana de posible merma en la eficacia de Vip3A frente a una de las plagas más relevantes del cultivo.
Los individuos resistentes están siempre presentes en las poblaciones naturales, aunque en baja frecuencia alélica, lo que garantiza la eficacia inicial de un nuevo evento biotecnológico. Sin embargo, la resistencia es un proceso microevolutivo inevitable: no puede evitarse por completo, solo puede demorarse su manifestación mediante la implementación de buenas prácticas de manejo.
Por este motivo, resulta fundamental caracterizar los cambios en la susceptibilidad a lo largo del tiempo. En este contexto, ya se han comenzado a recolectar muestras para su análisis, con el objetivo de determinar y comprender estos cambios en la respuesta de Spodoptera frugiperda a la proteína Vip3A.
Una plaga clave del maíz argentino
El gusano cogollero es una de las principales amenazas del maíz en nuestro país y en toda América. Se trata de una especie altamente polífaga, capaz de alimentarse de más de 186 especies vegetales, pero con preferencia por maíz, sorgo y pasturas. En condiciones favorables puede completar su ciclo en menos de 30 días, lo que le permite desarrollar varias generaciones por año.
El daño que ocasiona es muy variable y depende del estadio larval y de la fenología del cultivo. Las larvas pequeñas generan raspados y defoliaciones leves, mientras que las de estadios avanzados pueden cortar plántulas, destruir rápidamente el cogollo y perforar tallos y espigas. Cuando las larvas se establecen dentro del cogollo, provocan lesiones características que dan origen al nombre de gusano cogollero.
En campañas secas pueden avanzar hacia el tallo y generar galerías internas que reducen el crecimiento de la planta y, en muchos casos, pueden confundirse con las producidas por Diatraea saccharalis. En espiga, pueden afectar toda su longitud y comprometer la formación de grano (daño directo). Las pérdidas de rendimiento pueden superar el 20-30% en situaciones de alta presión sin control oportuno.
En Argentina la especie ha demostrado una gran capacidad de adaptación, lo que motivó la adopción masiva de eventos biotecnológicos Bt como principal herramienta de manejo.
Las proteínas Bt: una herramienta valiosa, pero no infalible
Las proteínas Bt constituyen una herramienta valiosa para el manejo de plagas, aunque no infalible. Los maíces pueden expresar proteínas insecticidas derivadas de Bacillus thuringiensis (Bt) que, al ser ingeridas por las larvas, provocan su muerte. Los primeros materiales disponibles incorporaron proteínas Cry1Ab, Cry1Fa y Cry2Ab, que ofrecieron un buen control inicial, pero que con el tiempo y bajo la alta presión de selección comenzaron a mostrar casos de resistencia o pérdida de eficacia.
Como respuesta a la pérdida de eficacia de las proteínas Cry en diversas regiones, el lanzamiento de eventos que incorporan la proteína Vip3A (Vegetative Insecticidal Protein) representó un avance clave para el manejo de la plaga. Sin embargo, la eficacia limitada de otras proteínas en ciertas poblaciones de la plaga llevó a una dependencia creciente y a la rápida masificación de esta nueva herramienta, lo que a su vez incrementó la presión de selección y el riesgo de evolución de resistencias.
A diferencia de las proteínas Cry, Vip3Aa es una protoxina que, tras ser ingerida por la larva, debe activarse dentro del intestino para ejercer su toxicidad, comentó a la REM el especialista Alejandro Vera de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC). Una vez consumida, la protoxina es procesada por enzimas hasta convertirse en la toxina activa, que sufre un marcado cambio estructural. Luego, la toxina Vip3Aa, se une a receptores específicos del epitelio intestinal. Esta unión desencadena la formación de poros, provocando la muerte celular por choque osmótico.
Estudios internacionales
Investigadores del Departamento de Entomología y Patología de Plantas de la Universidad de Tennessee estudiaron este mecanismo de acción y la posible resistencia en una población de Spodoptera frugiperda de Luisiana, Estados Unidos.
En larvas susceptibles, la toxina causa un daño rápido en el epitelio del intestino medio, y eso se refleja enseguida en una caída del pH intestinal. En las resistentes, ese descenso solo aparece cuando reciben la toxina ya activada. Al consumir la protoxina casi no la procesan, por lo que la activación de Vip3Aa es mucho menos eficiente y el daño en el intestino se retrasa.
La situación cogollero-maíces Bt en nuestro país
No obstante, los daños detectados esta campaña en híbridos que expresan esta proteína podrían indicar que dicha ventaja comienza a disminuir. Vip3Aa continúa siendo una herramienta fundamental frente a esta plaga, por lo que la aparición de daños en estos materiales constituye una señal de alerta que requiere atención inmediata y acciones coordinadas entre los distintos actores del sector.
El registro de daños en maíces Vip3Aa confirma que ninguna herramienta es invulnerable cuando se aplica de forma aislada o sin el acompañamiento de otras prácticas. La falta de cumplimiento del refugio estructurado y la repetición de un mismo evento Bt durante varias campañas consecutivas son factores que ejercen una fuerte presión de selección sobre esta tecnología. Consecuentemente, desde 2019 la REM viene registrando una tendencia creciente en la superficie tratada para cogollero en maíces Bt (Fig. 1).

Claves para un manejo sostenible del cogollero
Frente a esta situación, se refuerzan las recomendaciones de Manejo Integrado para disminuir la presión de selección, evitar que las poblaciones que presentan fallas logran dispersarse y sostener la eficacia de las herramientas disponibles.
Cumplir con el refugio estructurado
El refugio (10% del lote sembrado con híbridos no Bt) permite conservar poblaciones susceptibles de la plaga, diluyendo la aparición de individuos resistentes.
Diversificar el uso de eventos Bt cuando sea posible
Evitar sembrar campañas consecutivas con híbridos que expresen las mismas proteínas Bt. Alternar materiales con diferentes combinaciones de proteínas puede contribuir a reducir la presión de selección sobre un mismo modo de acción.
Complementar con control biológico y químico racional
La incorporación de productos biológicos, junto con insecticidas selectivos aplicados en el momento oportuno, puede ayudar a reducir la población sin ejercer presión excesiva.
Manejar la fecha de siembra y el ambiente
Las siembras tempranas suelen escapar a los picos poblacionales de la plaga. En zonas de alta presión, puede ser clave ajustar el momento de implantación para minimizar el riesgo.
Controlar malezas y rastrojos
El cogollero puede sobrevivir en hospederos alternativos. Mantener los lotes limpios y los rastrojos bien manejados ayuda a cortar su ciclo.
Monitoreo del lote
El monitoreo sistemático es la base. Identificar oportunamente la presencia de larvas, daños o fallas de control permite tomar decisiones tempranas y evitar la expansión de poblaciones resistentes.
La REM hace énfasis en la importancia de monitorear semanalmente los lotes desde emergencia hasta floración. En el caso de encontrar daños inesperados, se debe registrar y georreferenciar y reportar las sospechas de pérdida de eficacia a técnicos de las empresas responsables para fortalecer la vigilancia colectiva.
La detección de daños inesperados debe entenderse como una alerta preventiva y una oportunidad. Aún es posible preservar la eficacia de esta tecnología si se actúa en forma coordinada entre productores, asesores, empresas, instituciones y redes técnicas.
Desde la REM se continuará trabajando junto a los equipos técnicos y organismos de investigación para actualizar la información sobre el estado de esta problemática y difundir estrategias de manejo con el objetivo de cuidar las herramientas disponibles.
